La primera expansión de Diablo 4 ha despertado grandes expectativas, y uno de los personajes centrales en la historia es Akarat, una figura enigmática cuyas enseñanzas y legado juegan un papel crucial en el desarrollo del juego. Akarat, un monje errante proveniente de Shanai, es recordado como el profeta de la fe de Zakarum, una doctrina que promueve la resistencia ante la oscuridad y la devoción a la luz. Su historia, sin embargo, está marcada por su lucha contra las crecientes fuerzas del mal.
En un momento de introspección profunda, Akarat tuvo una visión celestial en la que el ángel Xerius, también conocido como «el hijo de la luz», le reveló los principios que guiarían su fe. Desde entonces, Akarat viajó por diversas tierras, difundiendo las enseñanzas de Xerius y congregando seguidores bajo el manto de la luz. Sin embargo, su misión no estuvo exenta de desafíos. La creciente oscuridad y la aparición de fuerzas malignas comenzaron a amenazar su camino, llevando al profeta a su último viaje hacia el sur, en busca de la fuente de la corrupción.
Uno de los momentos más enigmáticos en la historia de Akarat fue cuando recibió un mensaje de uno de sus fieles, advirtiendo sobre la caída de un templo principal que antes era un símbolo de luz y esperanza. Movido por esta advertencia, Akarat decidió enfrentarse a la oscuridad, desapareciendo misteriosamente en las llanuras del sur, un destino del que nunca regresó.
El tráiler de la expansión de Diablo 4 hace referencia directa a Akarat en varios momentos cruciales, lo que ha llevado a especulaciones entre los fanáticos sobre la importancia de su legado en la narrativa del juego. Se menciona una oración secreta, transmitida de generación en generación entre los Villerai del Norte, que refleja la lucha interna entre la luz y la oscuridad, un conflicto que parece estar en el corazón de la expansión.
Además, el tráiler también presenta la enigmática puerta de Nantu, una tierra envuelta en misterio, donde figuras como Shup Techum, un brujo de las junglas que controlaba el equilibrio natural, y Lam Essen, un mago que estudió las artes oscuras, aparecen talladas en sus relieves. Estos elementos sugieren que la expansión no solo explorará los aspectos físicos del mal, sino también su influencia espiritual y psicológica.
La historia de Akarat y su lucha por mantener la luz viva en un mundo cada vez más oscuro será, sin duda, uno de los pilares narrativos más importantes en el futuro de Diablo 4, y los jugadores estarán ansiosos por descubrir cómo este legado afectará el destino de Santuario.