Scosglen en Diablo IV: descripción general

Historia y antecedentes de Scosglen

«Las tierras indómitas de Scosglen son tan verdes como mortales. Aquellos que se pierden en el bosque rara vez regresan, sus gritos son silenciados por aullidos escalofriantes. Los druidas que habitan aquí harán cualquier cosa para proteger su forma de vida, incluso arriesgarse a la pérdida de su humanidad para desatar la bestia interior».

En los antiguos días de Santuario, los nephalem Bul-Kathos y Fiacla-Géar llegaron a un desacuerdo sobre la mejor manera de mantener su cargo sagrado de defender el Monte Arreat y la Piedra del Mundo. Bul-Kathos creía que el camino era unir a las tribus e inculcarles una feroz destreza marcial. Sin embargo, Fiacla-Géar creía que la forma más adecuada era desarrollar un vínculo profundo con la tierra y la naturaleza que habían jurado proteger. Así que Fiacla-Géar reunió a muchos feroces poetas guerreros y chamanes de las tribus y partió hacia las tierras indómitas de Scosglen, donde nació el nephalem original. Allí, con el tiempo, se desarrollaron como un nuevo pueblo con su propia cultura y forma de vida, manteniendo algunas de las proezas marciales de sus hermanos y hermanas bárbaros. Desde que se separaron del resto de sus parientes, los druidas han llegado a comprender la unidad con ellos mismos, los animales, los árboles y la tierra. Desde la destrucción del Monte Arreat y la derrota de los Prime Evils, una oscuridad ha comenzado a cerrarse alrededor de la tierra, mientras Khazra vaga por la naturaleza en gran número y los muertos se levantan una vez más.